Excelentes la comida, las bebidas, la tertulia, los amigos... En orden creciente. Como era el comienzo de las fiestas locales, presenciamos a las 12 de la noche el castillo de fuegos artificiales, sentados en la enorme mole de granito que señala el centro de la finca. Después vino el chocolate con bizcochos que había preparado Montse.
Por si fuera poco, volvimos cargados de frutas y verduras recogidas en aquel pequeño paraíso: uvas, higos, ciruelas, manzanas calabacines... He hecho esta fotografía sobre el periódico para que podáis apreciar qué "cosas" tiene José Ramón. ;-)
Por cierto, ya podéis ver en Google Docs el centenar largo de fotografías del viaje que los anfitriones habían seleccionado para todos nosotros.